Hola a todos!
Este es mi primer post, y en lugar de dar la bienvenida y esperar que os guste mucho y esas cosas, quiero comenzar directamente con un asunto de lo más trend topic: Madrid se presenta a la candidatura del 2020.
La verdad es que la noticia no tiene ningún tipo de interés para este blog, ya que ya hay suficientes espacios deportivos que hablan sobre el tema, la noticia para este apartado es que la candidatura ha presentado su imagen. Lo de imagen es por decir algo, ya que nos encontramos ante algo que oscila entre lo hortera, lo choni y lo ridículo.
Lo bueno es que ya empezamos a escuchar multitud de opiniones respecto al logo, por un lado las críticas: no se entiende, parece un expositor de chanclas, que parece que pone 20020… En muchos casos no les falta razón, pero ahora vamos con eso. Por otra parte están los enteraos que quieren darle a todo un carácter que va más allá de lo que los simples humanos llegan a entender, y explicando que esta pieza evoca a los anillos olímpicos, y que la tipografía elegido pretende darle un aspecto de unión, fraternidad… hasta he llegado a leer que los dos círculos evocan a la puerta de Alcalá… desde luego hace falta tener imaginación y mucha cara dura…
En mi opinión el logo es el producto destrozado de una pieza que valía la pena y cuya transformación da como resultado algo grotesco. Dentro de este mundo cada día es más normal lo ocurrido: un profesional hace un diseño, que sigue un par de reglas muy sencillas: Ha pensado y ha razonado el porqué debe ser así desde el punto de vista publicitario. Luego ese diseño se presenta, y un comité de excelentísimos inútiles, decide dar su opinión. Cuando esto sucede ocurre algo de lo más curioso y es que el más tonto es el que más alto habla, no vayan a pensar que no tiene nada que decir. Ante eso se oyen cosas como: Es que no me gusta, es que no pega, es que yo creo que si cambias los colores y mueves eso…
El resultado es siempre similar: se destroza la pieza creativa y se crea algo como esto:
Podría estar media noche explicando la cantidad de fallos que tiene, lo que denota, lo que falta, la TIPOGRAFÍA (esto ya es de escándalo), pero prefiero que comparéis la pieza original con el resultado final:
Iba a comentar que «no hay color», pero ya está bien por hoy, que la agencia que ha hecho la extravagante transformación tampoco tendrá toda la culpa… Una sola reflexión: Por favor, respetar el trabajo de los profesionales, nos dedicamos a la imagen porque sabemos de esto y nos gusta.
ES VERDAD, ES MENTIRA... 